Aroma de Avellaneda

quiero ser del río su corriente,
del aire su brisa,
y de la nube su nieve.
Para caer tranquilamente
como fruto maduro,
en la húmeda tierra de la vida.
Ser después simiente,
de Avellano, recio y sano.
Luego vara
para el caminante cansado,
y despues, tal vez,
descansar ardiendo
en algún fuego
de quien sabe que lugar,
que aldea.
Para escapar cómo humo
por la chimenea,
e inundar al pueblo
con su aroma.
Aroma de Avellaneda